La nariz y las orejas son partes del cuerpo que destacan por su forma y tamaño, y aunque su función principal no está relacionada con el crecimiento, es común escuchar que estas partes del cuerpo no dejan de crecer a medida que envejecemos. ¿Es esto cierto? En este artículo exploraremos la verdad detrás de esta afirmación popular y analizaremos los factores que influyen en el crecimiento de la nariz y las orejas. ¡Acompáñanos en esta investigación!
¿La Nariz Y Las Orejas No Dejan De Crecer?
A lo largo de nuestra vida, tanto la nariz como las orejas experimentan un crecimiento constante. Este proceso no se debe únicamente al hecho de que estén compuestas mayoritariamente por cartílago, sino también a la laxitud que adquiere la piel con el paso de los años. Esta circunstancia hace que la piel se desprenda del cartílago y se expanda, aumentando así el tamaño de estas partes del cuerpo.
¿Cuándo deja de crecer la nariz y las orejas?
Las partes de nuestro cuerpo que parecen no dejar de crecer son la nariz y las orejas, y esto se debe al cartílago. A diferencia de otros tejidos, el cartílago no tiene vasos sanguíneos, lo que significa que no se regenera, y por eso estas partes del cuerpo no dejan de crecer a medida que envejecemos. Aproximadamente a los 21 años, el resto del cuerpo ya ha completado su proceso de crecimiento, pero la nariz y las orejas siguen creciendo debido a la naturaleza del cartílago.
¿Cuándo deja de crecer la nariz?
A partir de los 18 años, se estima que la nariz ha terminado su proceso de crecimiento y, aunque en casos excepcionales puede seguir creciendo durante uno o dos años más, este crecimiento será mínimo. Sin embargo, durante la adolescencia, especialmente entre los 15 y los 21 años, es posible que la nariz experimente cambios notables, especialmente en aquellos casos en los que se trata de una nariz aguileña o con una punta nasal ancha o caída.
¿Cuánto crece la nariz y las orejas?
Según estudios científicos, se ha determinado que las orejas crecen aproximadamente 0.22 milímetros cada año. Esta condición se debe al proceso natural de envejecimiento, donde el colágeno y las fibras del cartílago empiezan a descomponerse. La causa principal de este fenómeno es la fuerza de la gravedad, la cual ejerce una presión constante sobre la estructura de las orejas y la nariz. Esta conclusión ha sido ampliamente aceptada por la comunidad científica.
¿Por qué me crece la nariz?
Con el paso del tiempo, la piel de nuestro rostro se va volviendo más fina, lo que también afecta a la nariz. El debilitamiento del soporte cartilaginoso provoca que la punta de la nariz se incline hacia abajo, lo que puede dar la impresión de que la nariz se ha alargado. Este fenómeno se debe a la gravedad, que también afecta a otras partes de la cara, como los pómulos y los párpados. Aunque se dice que la nariz crece con la edad, en realidad no es así, ya que lo que ocurre es que la piel se adelgaza y la nariz pierde soporte. Este proceso puede hacer que se perciba un bulto en el puente de la nariz, que puede haber estado ahí siempre pero se hace más visible con el paso del tiempo. Las personas con piel más delgada notarán estos cambios antes. Además, es posible que con la edad la nariz se vea más prominente debido a la reabsorción de huesos y tejidos.
En resumen, la idea de que la nariz y las orejas no dejan de crecer a lo largo de toda la vida es un mito. Si bien es cierto que estos rasgos pueden parecer más grandes en las personas mayores, esto se debe en gran parte a la pérdida de tejido graso y colágeno en la piel que los cubre. Además, el envejecimiento también puede afectar la estructura ósea de la cara, lo que puede alterar la apariencia de la nariz y las orejas. Sin embargo, el crecimiento real de estos rasgos se detiene después de la pubertad. En conclusión, no hay necesidad de preocuparse por una nariz o unas orejas que crezcan sin control a medida que envejecemos.